
Geotermia vs petróleo: Diferencias, instalaciones y rentabilidad
La geotermia es una energía que se obtiene de las fuentes de energía renovables que se extraen de bajo tierra, mientras que el petróleo es un líquido inflamable limitado en la naturaleza, pero que crea a varios combustibles. Ambas son necesarias en el entorno del presente, no obstante, sus diferencias parecen bastante notorias. En este artículo vamos a resaltar las principales distinciones, además de su facilidad o dificultad de instalación en los hogares y los beneficios que aportan cada uno a la vivienda.
Geotermia
Por un lado, este sistema recoge y transforma el calor que se sitúa en debajo de la superficie de la tierra en energía. Utiliza sistemas de captación que permiten realizar una exploración del terreno. De esta manera, funciona en días de sol como de lluvia. Es decir, no importa si tiempo ni la temperatura del exterior, eso no impide para nada su funcionalidad.
Se trata de una de las energías renovables más emergentes y solicitadas en el mercado, ya que se puede aprovechar en cualquier parte del planeta y su disponibilidad es total. Este sistema, además, puede incorporar una bomba de calor geotérmica, que permite aprovechar ese calor que sustrae del subsuelo para ofrecer calor a la vivienda, de manera que en invierno no sería necesario instalar ningún tipo de montaje adicional.
Por otra parte, otra de las ventajas de las que los usuarios pueden disfrutar de una comodidad plena, pues su energía depende tan solo de un clic y se trata de un proceso de conversión seguro y silencioso. Tanto, que respeta el medio ambiente, pues tampoco emite partículas nocivas que perjudique el Co2 de la naturaleza. En concreto, un 75 % menos que los combustibles fósiles.
Su instalación puede que sea más cara que la media de productos que se establecen en el mercado. No obstante, de se trata de una inversión en la que el cliente, largo plazo, recuperará todo lo desembolsado.
Algunas Comunidades Autónomas (CC. AA), incluso, ofrecen bonificaciones y descuentos para facilitar su uso en los hogares, en un intento por promover las energías renovables como alternativas al gas natural que, sin duda alguna constituye el sistema más demandado por su calidad-precio.
En cuanto al ahorro de energía, su rentabilidad está más que garantizada, al devolver todo lo gastando en su compra, tal y como se ha apuntado con anterioridad. Esto se debe a su sistema recoge entre el 65 % y el 70 % de la energía de una fuente gratuita como es el calor.
Petroleo
Por el contrario, este combustible fósil que se extrae de la naturaleza y se compone de materiales orgánicos. Se precisan tan solo un millón de años para formarse, a través de los restos de plantas que mueren debajo del agua y se depositan en rocas porosas que recogen sus restos para, poco a poco, transformarse en petróleo. Su uso, por lo tanto, es limitado, pese a que en el mundo se hallan varias estaciones para recoger este recurso y venderlo en el mercado.
Su uso permite el nacimiento del gas butano y gas propano para calentar el uso de la vivienda y emplear en la red eléctrica. Este tipo de sistemas emplean una instalación sencilla, ya que se pueden comprar bombonas de butano o a granel, en el caso de que se trate del abastecimiento de naves de comercio. Destacan por su alta rentabilidad y su precio de mercado es menor que el de la geotermia, aunque contamina más. No obstante, soportan temperaturas bajas, por lo que se pueden proveer en cualquier espacio del hogar.
No obstante, a diferencia de su gran competidor, el gas natural, el petróleo es capaz de facilitar su empleo en casas alejadas de la metrópolis.